Igual que en mi último post mis sensaciones eras
frescas, esbeltas, transparentes y rodeadas de luz a mi alrededor, firmes y
hermosas…días después la vida me presentó una reflexión, en forma de recorte de
periódico, que comienza así:
Lo que tengo y lo que no
Esta carta
representa el balance de mi vida. Tengo 82 años, 4 hijos, 11 nietos, 2
bisnietos y una habitación de 12 m2.(...) Ya no tengo mi casa ni mis cosas
queridas, pero sí quien me arregla la habitación, me hace la comida y la cama,
me toma la tensión y me pesa. Ya no tengo las risas de mis nietos, el verlos
crecer, el abrazarse y pelearse; algunos vienen a verme cada 15 días;otros,
cada tres o cuatro meses;otros, nunca. Ya no hago croquetas ni huevos rellenos
ni rulos de carne picada ni punto ni crochet. Aún tengo pasatiempos para hacer
sudokus que entretienen algo. No sé cuanto me quedará, pero debo acostumbrarme
a esta soledad;voy a terapia ocupacional y ayudo en lo que puedo a quienes
están peor que yo, aunque no quiero intmar demasiado: desaparecen con
frecuencia. Dicen que la vida se alarga cada vez más. ¿Para qué?Cuando estoy
sola, puedo mirar las fotos de mi familia y algunos recuerdos de casa que he
traído. Y eso es todo. Espero que las próximas generaciones vean que la familia
se forma para tener un mañana (con los hijos) y pagar a nuestros padres por el
tiempo que nos regalaron al criarnos.
Su lectura impactó en mí como la bola blanca
que impacta en el triángulo formado por
el resto de bolas en la mesa cuando comienza una
partida del billar..y ésta ha comenzando así un baile de pensamientos y
reflexiones en el que me encuentro… todavía sigo esperando a
que se detengan en la mesa, pudiendo estudiar cual debe ser mi nueva jugada...
Leer a Pilar, me hizo llorar...quise abrazarla y
besarla e intentar aliviar la extrañeza vital en la que me trasmite se
encuentra.
Rápidamente me acordé de mi madre y sus sudokus,
de mi padre, de mis tías...y al poco mi pensamiento solo se centraba en mí
caminando hacia ese (feliz) destino.
Pasado mañana habré recorrido justamente la mitad
del camino que lleva recorrido Pilar…y sin embargo me siento tan lejos de poder
alcanzar su edad habiendo aprendido a saber estar en ese momento de la vida con
plenitud …
El camino que me queda por recorrer son pérdidas,
además de aquellas que yo decida, habrá otras muchas que serán involuntarias…
Mi rostro y mi cuerpo seguirán perdiendo su
aspecto joven…
Mis capacidades físicas y mentales serán cada vez
más limitadas…
La muerte de aquellos que amo, me traerá
separaciones definitivas de vínculos que alimentaré solo de recuerdos…
Para quienes hoy me necesitan, mañana les
resolveré poco…
He de aceptar el paso exultante de la vida que me
va apartando…
"...Totalmente
desprevenidos entramos en el atardecer de la vida. Lo peor de todo es que nos
adentramos en él con la falsa presunción de que nuestras verdades e ideales nos
servirán a partir de entonces; pero no podemos vivir el atardecer de la vida
con el mismo programa de la mañana, pues lo que en la mañana era mucho, en el
atardecer será poco, y lo que en la mañana era verdadero en la tarde será
falso". The shift (El cambio) Wayne Dyer.
Soltar, soltar, soltar…dejarme vencer, sin
resistencia,..son las voces que me escucho…Desapego, compasión, contemplar la
vida en sí misma…
Estar en calma con esa ruta que sé que está
trazada para mí es un gran camino de crecimiento para el que aún no estoy
preparada…
..A ver si se detienen esas bolas y comienzo a
trabajar mi miedo a no saber envejecer…quiero convertir estas lágrimas que me
ha traído Pilar en sonrisas.