martes, 21 de julio de 2015

HOOKED ON A FEELING


es la idea que me preside cuando veo el flexómetro colgado de la percha del cuarto de Sofía. Colgado, enganchado en un sentimiento 

por su actitud hacia él, imagino que son sentimientos vinculados a vivencias que le han conducido a generar un cúmulo de ideas asociadas a él del tipo:  desidia, galvanitis, inutilidad, herramienta que solo sirve para hacerme preguntas que no me interesan sobre cuantos decímetros son 2 metros o qué sé yoqué poco interesante eres.
.Tambien pienso que le han dedicado un pequeño, rápido vistazo a las medidas de longitud, al igual que a las de peso, a las de tiempo.El año que viene volveremos con un paso rápido y superficial que le permitirá acordarse de cuan aburrido era aprender distancias el año pasado


¿qué nos impide mostrar estas herramientas lógico-matemáticas de una manera más motivadora y en un contexto de aprendizaje que les haga justicia? 
Siendo tan útil tener un nivel de competencia con las distintas medidas en la vida cotidiana,  y u complemento tan bueno para la creatividad
Nos permiten trabajar simulaciones, crear mundos, resolver situaciones retantes futuras.y a niños de 8 años, por los que fluye la lava del descubrimiento, esa herramienta llamada flexómetro es incapaz de trasmitirle la energía emocional necesaria para que explosione el volcán y quieran hacer magia con ella

¿qué actividades podemos incluir en las aulas para despertar en ellos las posibilidades que tienen el flexometro, la balanza, el reloj, la brújula?


Recuerdo que hace unos años, ví un video de la Escuela pedagógica de El Brot, en el que varios niños sostenían un caracol en sus manos y se disponían a colocarlos en la línea de salida de una carrera en la que después del tiempo estimado como suficiente, los escolares medirían la longitud que habían alcanzado cada uno de ellos, para conocer quien era el “caballo ganador”.
Me pareció tan estimulante la actividad, tan divertida Entre tantas bondades que encuentro en ella, destaco que:
·         permite el movimiento corporal
·         la interacción con el entorno
·         Interacción con iguales,
·         El vinculo emocional con la actividad : les permite sentir y expresar emociones ( las ganas de ganar, la risa, la ira, el miedo, incluso el ascoquien sabe)

En definitiva, una fabulosa manera de enganchar el flexómetro a un circuito neuronal del placer, ya que ese aprendizaje, abrazará emociones positivas, desafío, reto, relación interpersonal, además de utilidad, ya que te permite aprender jugando y transferir este aprendizaje a otro tipo de juegos o actividades lúdicas, aprendizaje real, aplicado a sus propios intereses.