Casi siempre se mostraba en verano, o al menos es cuando más
recuerdos tengo de ella…. supongo
que porque me impedía disfrutar de más cosas que me apetecía que en el resto
del año. Los picores, el sudor, la aguja
de lana intentando alcanzas el lugar que la escayola me impedía rascar….
Casi siempre se mostraba en momentos de felicidad…
jugando a matar con Silvia, al pilla-pilla con Celia, a pistolas
de agua con mis hermanos, a paralelas asimétricas con mi hermano Paco…
…y (casi)
siempre….me
dejaba rota.
Rota por fuera, sí. Roto mi radio, roto mi codo, roto mi dedo,
rota mi muñeca, roto mi otro dedo, roto mi otro codo, roto mi cubito, roto mi
dedo….rotos
los dos brazos de Paco…
Rota por dentro. Me rompían las preguntas que me hacía sobre
quien era yo, sobre cómo era yo…
Desprevenida e indefensa… ella me encontraba … silenciosa… invisible a mis ojos…sin un sombrero que me ayudara a
reconocerla para que pudiera salir corriendo….siempre viene sin previo aviso, con acuse de
recibo, pero sin previo aviso. …
Asustada la primera vez…
asustada y enfadada la segunda…
muy asustada, muy enfadada y pensativa la tercera vez….
Paralizada, reflexiva y avergonzada la cuarta…y a partir de entonces, antes de
que volviera a mostrarse hacia mí, mi poso vital aceptó vivir asustada,
reflexiva y con miedo a pasar vergüenza, con miedo a volver a ser más torpe que
los demás.
Volver a reencontrarme con mi brazo tras días oculto tras la
escayola, con mis dedos, con mi codo, con mi muñeca,…volver a mandarle instrucciones
de movimiento y ver que lo puede hacer es un estado de felicidad, felicidad de
sentir que las cosas que no has podido, ahora sí puedes…y sientes que quieres
protegerlos, que no quieres que vuelva a ocurrir…y te vas metiendo dentro del caparazón…los patines…lejos…bicicleta, lejos, balón, lejos…y un asiento en primera fila
observando y escuchando.
Mi trayectoria laboral tiene una similitud grande con esta
historia de mi vida hasta la adolescencia….tambien aparecía sin que la causa fuera una causa
objetiva de merecimiento, eran otros motivos con una consecuencia dolorosa y
que me dejaba pensativa, y me hacía cuestionarme…
Para alguien que creció contándose que soy torpe, fea y gorda
pero no soy tonta,…en un momento
en el que te cimbrean esa rama en la que te sujetas para no caer…
Encontré la manera de
sostenerme....
....bajándome del árbol y construyéndome de nuevo…
Mi valor profesional está desligado de lo que alguien, en un
momento concreto esté dispuesto a pagar por mi actuación.
Lo que doy en mi puesto de trabajo, en realidad lo hago por un
compromiso que tengo hacia mí, hacia el respeto y la admiración que me tengo.
Siempre me he esforzado por adaptarme, por aprender, por entender, por mejorar,
por divertirme, por apoyar, por contribuir…
Yo creo que en el contrato que yo hice al venir aquí, en lo que rubriqué al venir a esta vida tenía que llevar las palabras paciencia, aceptación, resiliencia, compasión….porque conforme me voy haciendo mayor, más facilidad tengo para ir uniendo los puntos que me conducen a esta creencia.
Entendiendo que las circunstancias fueron, son y serán las que
quiera que vengan y en cada una de ellas soy la misma, tengo las mismas
capacidades para aceptarlas, para disfrutarlas.
En algún momento de este camino he
aprendido que estas alteraciones del plan no se llevarán además mi paz, mi
felicidad.
Mi osteogénesis imperfecta me entrenó hacia la aceptación de
situaciones imprevistas frustrantes y limitantes…perder la oportunidad de usar tu cuerpo te
entrena para querer usarlo, mimarlo, aceptarlo, que traiga luz a tu cara cuando
tocan momentos buenos, que quieras usar zapato alto, que agradezcas cada día
que puedes mirar a la muleta sin tener que cogerla…y eso es un chute de felicidad
con el que sales cada mañana de la cama, si te permites recordártelo.
En mi metáfora hacia mi inestabilidad laboral, ésta me ha
enseñado a disfrutar el día a día, sin temer perderlo, sin pensar que puedo
conservarlo, tan solo queriendo usarlo, mimarlo, aceptarlo, con luz en mi cara
e ideas bonitas en las que quieres sentir que han contribuido a que sucedan.
…tal vez
esta sensación de ser un cometa laboral tenga que ver con el hecho de ser un satélite
personal…buscando
mi equilibrio…en fin, creo que esa,